Factores que influyen en la calidad del aceite de oliva
La sequía y su impacto en la calidad del aceite de oliva está más que comprobado a través de una serie de factores como el clima, el suelo, la variedad de la aceituna y el proceso de producción.
En épocas de escasez de lluvia los olivos experimentan estrés hídrico. Esto lleva a una disminución en la producción de aceitunas, ya que los árboles priorizan la supervivencia sobre la reproducción. La falta de agua puede afectar al tamaño de las aceitunas, haciéndolas más pequeñas y con menor contenido de aceite.
También puede alterar el equilibrio de los compuestos químicos presentes en las aceitunas: sabor, aroma, propiedades nutricionales…
¿Cómo afecta la sequía a la salud de los olivos?
Cuando los olivos no reciben suficiente agua, sus raíces no pueden absorber los nutrientes necesarios del suelo. Este hecho los debilita y hace más susceptibles a enfermedades y plagas.
Pueden llegar a perder una cantidad significativa de hojas para conservar agua y afectar negativamente en la producción de aceitunas, ya que las hojas son responsables de la fotosíntesis, que es el proceso mediante el cual los árboles producen energía para crecer y desarrollar frutos.
Otro de los graves inconvenientes es el deterioro en la la calidad del suelo en el que crecen los olivos. La falta de agua puede llevar a la acumulación de sales en el suelo que afectan directamente en la absorción de nutrientes por parte de las raíces de los árboles.
Impacto en la cantidad y calidad de la cosecha
La sequía tiene un impacto significativo en la cantidad y en la calidad de la cosecha de aceitunas ya que la producción se ve mermada. Además, las aceitunas pueden ser de menor tamaño y presentar un contenido de aceite inferior.
Los árboles debilitados por la escasez de agua son más susceptibles a infecciones y plagas, desembocando en frutos (aceitunas) que no están sanos. Además, el momento de la cosecha es más tardío debido al retraso de maduración de las aceitunas.
Cambios en el perfil sensorial del aceite de oliva
Los cambios en el perfil sensorial del aceite de oliva son más que notables pues se altera el sabor, el aroma y las características organolépticas. Durante la sequía, los olivos pueden producir aceitunas con un mayor contenido de ácidos grasos, lo que puede resultar en un sabor más amargo y picante en el aceite.
Además, puede influir en la concentración de compuestos volátiles responsables del aroma del aceite de oliva. Por otro lado, los compuestos fenólicos, que son los encargados de sus propiedades saludables y antioxidantes, pueden disminuir.
– ¿Qué significa esto?
– Aceites de oliva de menor calidad
Medidas para mitigar los efectos de la sequía en la producción de aceite de oliva
Existen varias medidas que se pueden tomar para mitigar los efectos de la sequía en la producción de aceite de oliva. Algunas de estas medidas incluyen:
– Implementar sistemas de riego eficientes y optimizar el uso del agua. Esto puede incluir el uso de técnicas de riego por goteo, que permiten una distribución precisa del agua y reducen las pérdidas por evaporación.
– Utilizar cubiertas vegetales en el suelo alrededor de los olivos. Las cubiertas vegetales pueden ayudar a retener la humedad en el suelo y reducir la evaporación.
– Realizar una gestión adecuada del suelo, como la aplicación de enmiendas orgánicas para mejorar su capacidad de retener agua.
– Seleccionar variedades de olivos más resistentes a la sequía. Algunas variedades de olivos son más tolerantes a la falta de agua y pueden producir aceitunas de buena calidad incluso en condiciones de sequía.
– Monitorear regularmente el estado de los olivos y tomar medidas preventivas para prevenir enfermedades y plagas.
– Promover prácticas de conservación del agua en todas las etapas de la producción de aceite de oliva, desde el cultivo de los olivos hasta el procesamiento del aceite.
No son tiempos fáciles para nadie.
En Queo hemos sabido adaptarnos a estas condiciones climatológicas para producir, una vez más, AOVE de calidad superior.
¿Por qué no lo compruebas?
